20130811

La voz de Desnos

Andy Goldsworthy

La voz

Una voz, una voz que viene de tan lejos
que no roza siquiera los oídos
Una voz, como un tambor, velada
Llega no obstante, clara, hasta nosotros.

Aunque parece salida de sepulcro
Sólo habla de verano y primavera,
Colma el cuerpo de alegría,
Ilumina de sonrisa los labios.

Le escucho. No es más que una voz humana
Que atraviesa el fracaso de la vida y las batallas,
Derrumbarse el estruendo y murmurar la palabrería.

¿Y tú? ¿No lo oyes tú?
Dice "El pesar no será largo"
Dice "El buen tiempo llegará pronto"

¿No lo oyes tú?

(1944)


La voix


Une voix, une voix qui vient de si loin
Qu'elle ne fait plus teinter les oreilles,
Une voix, comme un tambour, voilée
Parvient pourtant, distinctement, jusqu'à nous.

Bien qu'elle semble sortir d'un tombeau
Elle ne parle que d'été et de printemps,
Elle emplit le corps de joie,
Elle allume aux lèvres le sourire.

Je l'écoute. Ce n'est qu'une voix humaine
Qui traverse les fracas de la vie et les batailles,
L'écroulement du tonnerre et le murmure des bavardages.

Et vous ? ne l'entendez-vous pas ?
Elle dit « La peine sera de peu de durée »
Elle dit « La belle saison est proche ».

Ne l'entendez-vous pas ?

(1944)

Robert Desnos. Traducción de Ana Correro Humanes.

20130810

Carta de una amistad temprana



Querido Sartre:

Aquí tienes tus joyas, que engasto de agradecimientos. Os deseo a ti y al Castor mucho trabajo. Y bueno. Ya que hemos hecho un tan mal trabajo con nuestros amigos. Tan malo que me duele. Y avísadme cuando volváis. Pasaremos una noche tranquilos.

Con amistad,

Albert Camus.

Descubrimiento de una carta inédita de Camus a Sartre y Beauvoir


20130801

El último día en el convento

Algunas ideas sobre la exposición de las santas de Zurbarán (20 de julio del 2013).

La sucesión de mujeres engalana un pasillo sobrio, de tapiz rojo y un rosetón de tragaluz reflejado en el suelo. La cuenta se convierte en una unidad informe, entera, infraccionable por el que uno se pasea siguiendo un flujo discontinuo de visitantes que cansan el suelo siguiendo las parábolas de las palomas y con un catálogo que les habla pegado a la oreja, marcando el ritmo de su avance. Desdeño muchos lienzos, como hierba que crea campo. Entonces se me ocurre que pienso y ahí que cojo un bolígrafo.

Dos manos que brotan de un vacío, como si no fueran suyas, como si fueran las de un Cristo en tortura y aún misericordioso que dotara a la ingenua, bobalicona Sta. de la templanza punzante que el retrato impone y su mueca infantil delata. Sta. Engracia.

Sta. Inés, la elegancia de la sobriedad está engalanada de ricas telas. - Los pies descubiertos de las más pías.

Sta. Bárbara, la bárbara afectación.

Sta. Catalina, la espada no la sostiene una mártir, sino un burdo fajín enruecado (se caerá en un traspiés enredado).

(Dos lazos ondean bajo la nuca de las santas doncellas).

Sostener el objeto punzante, como quien sostiene una rosa. - La inocencia perdida, la inocencia disfrazada, la inocencia destapada, lo que no es inocencia. No hay estambres en el hierro. Sta. Eufemia. (Parece una Virgen) (Dos lazos en la cabellera).

Quien esconde los pies desnudos tiene los vestidos como telón del espectáculo.