Algunas ideas sobre la exposición de las santas de Zurbarán (20 de julio del 2013).
La sucesión de mujeres engalana un pasillo sobrio, de tapiz rojo y un rosetón de tragaluz reflejado en el suelo. La cuenta se convierte en una unidad informe, entera, infraccionable por el que uno se pasea siguiendo un flujo discontinuo de visitantes que cansan el suelo siguiendo las parábolas de las palomas y con un catálogo que les habla pegado a la oreja, marcando el ritmo de su avance. Desdeño muchos lienzos, como hierba que crea campo. Entonces se me ocurre que pienso y ahí que cojo un bolígrafo.
Dos manos que brotan de un vacío, como si no fueran suyas, como si fueran las de un Cristo en tortura y aún misericordioso que dotara a la ingenua, bobalicona Sta. de la templanza punzante que el retrato impone y su mueca infantil delata. Sta. Engracia.
Sta. Inés, la elegancia de la sobriedad está engalanada de ricas telas. - Los pies descubiertos de las más pías.
Sta. Bárbara, la bárbara afectación.
Sta. Catalina, la espada no la sostiene una mártir, sino un burdo fajín enruecado (se caerá en un traspiés enredado).
(Dos lazos ondean bajo la nuca de las santas doncellas).
Sostener el objeto punzante, como quien sostiene una rosa. - La inocencia perdida, la inocencia disfrazada, la inocencia destapada, lo que no es inocencia. No hay estambres en el hierro. Sta. Eufemia. (Parece una Virgen) (Dos lazos en la cabellera).
Quien esconde los pies desnudos tiene los vestidos como telón del espectáculo.
En agosto, el SPET se pone gauchesco
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En el próximo encuentro del SPET, nuestra invitada Sara Iriarte expondrá
sobre "La escena de la traducción como unidad de estudio y su aplicación al
caso *...
Hace 5 horas
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