20140112

Tetuán



Allí rebuzna el tiempo, con su paso lento y persistente. La fe cronometrada del mihrab. Ritos cotidianos. Nadie hace pintadas en las paredes, porque son las voces las que gritan protestas, alabanzas y cantos. Se enredan las algarabías en las calles estrechas y desconchadas por la sal de una mar que no se pisa, porque es frontera ardiente, océano de llamas. Al fondo, el contento; de este lado, la contención. Se fijan los propósitos en imposibles, convirtiéndolos en mármol sobre arena. La arena, más cálida que el mármol, más viva. El mármol, perpetuo ideal con extremos quebrados. Cuando Milo se queda sin brazos, Samotracia pierde la cabeza. Cada mito más desquiciado.


No hay comentarios:

Publicar un comentario